Archivo personal de Gustavo Urquiza Valdez de fotografías del Parral de Antaño.
miércoles, 29 de enero de 2014
Mineros parralenses de antaño.
El que se ve al fondo es el señor Matilde Urquiza Peña (cortesía de su nieto el M.V.Z. Daniel Urquiza Sandoval a su vez hijo del señor Ramón Urquiza Covarrubias del Estado de Nuevo León)
miércoles, 6 de febrero de 2013
jueves, 13 de diciembre de 2012
lunes, 3 de diciembre de 2012
El hospital de “San Juan de Dios” de Hidalgo del Parral.
Texto e investigación de Gustavo Urquiza Valdez.
«Haced bien por amor de Dios, hermanos míos». João Cidade Duarte, clérigo portugués conocido como San Juan de Dios, fundador de la “Orden Hospitalaria de San Juan de Dios”.
El primer nosocomio (hospital), de Hidalgo del Parral fue el de “San Juan de Dios”, el cual estaba situado frente a la plaza “Guillermo Baca” justo donde ahora se encuentra ubicada la legendaria escuela “99”, a un lado del templo de “La Virgen de la Soledad”.
Fue la Cofradía de la Limpia Concepción la que se encargó de su edificación. Los archivos del obispado de Parral no arrojan mayor información acerca de la fundación de esta cofradía en el entonces San José del Parral, aunque el documento más antiguo manifiesta que sus primeras andanzas datan del año Mil Seiscientos Setenta y Uno.
Además de Nuestro Parral, únicamente hay otra comunidad en México en la que este grupo de cófrades fundó una capilla y un hospital: Yahualica de González Gallo, en el Estado de Jalisco.
Es muy probable, según estudios realizados por el personal del “Archivo Histórico de Parral”, que haya sido el minero Francisco Montaño, dueño de la parroquia antigua donde ahora se erige la Catedral de la Diócesis Católica Parralense, quien haya subvencionado (es decir, apoyado económicamente), la formación de la Cofradía que estaría conformada por trabajadores mineros de “ascendencia indígena y mulatos”, razón por la cual se refirieron a ellos como “los mineros pardos”, ya que en los estudios de razas de aquellos tiempos, así se les calificó a la mezcla de esas dos vertientes consanguíneas.
El mes de febrero del año Mil Seiscientos Ochenta, día cuarto, el entonces Gobernador Bartolomé de Estrada Ramírez, quien también fuera miembro de los Caballeros de Calatrava y Capitán General de la Nueva Vizcaya, recibió una solicitud de permiso de parte de Antonio de Urecha, Mayordomo de la Cofradía de la Limpia Concepción, para “la construcción de un hospital que atendiera a los cófrades y a sus familias cuando estos enfermaran”.
Por su parte, Bartolomé García de Escañuela, monje franciscano que en aquellos días fungía como el Obispo de la Nueva Vizcaya, emitió su intención de construir una capilla anexada al hospital, por supuesto, “sin perjuicio de los curas de la parroquia”.
Claro, fueron llamados los frailes de la Orden de “San Juan de Dios” para atender desde el refectorio (cocina de los monasterios) hasta los servicios religiosos. El hospital comienza a vivir laboralmente entre Mil Seiscientos Ochenta y Dos y Mil Seiscientos Ochenta y Tres.
En honor a la “Ciencia Histórica”, es necesario informar que realmente, el primer hospital del que se tienen noticias de que funcionara en esta ciudad minera es el auspiciado por la Cofradía de Nuestra Señora de la Candelaria, y estaba situado donde ahora se encuentra el “Templo del Rayo”, hacia Mil Seiscientos Treinta y Cuatro. Es solo que el que recibió el Edicto y Pronunciamiento de la Corona Española fue el de “San Juan de Dios”.
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